Los medios sociales – gran desafío para los medios clásicos

Los medios sociales – gran desafío para los medios clásicos Los medios sociales ofrecen a todos la oportunidad de participar en la vida cívica, tanto a los “bárbaros” como a los defensores de la democracia[1] También en América Latina, se toman los medios de comunicación de masas como “cuarto poder” para indicar su importante papel […]

Los medios sociales – gran desafío para los medios clásicos
Los medios sociales ofrecen a todos la oportunidad de participar en la vida cívica, tanto a los “bárbaros” como a los defensores de la democracia[1]
También en América Latina, se toman los medios de comunicación de masas como “cuarto poder” para indicar su importante papel en el aseguramiento y la profundización de la democracia. Al llamar la atención sobre la mala conducta y las infracciones de la ley (corrupción, violación de los derechos humanos etc.), así como sobre el buen gobierno, los medios de comunicación permiten pedir cuentas a los políticos sobre sus actuaciones. Así contribuyen a tomar decisiones fundamentadas[2].

Sin embargo, hay que preguntarse quién domina los medios de comunicación. Históricamente, en América Latina se ha producido la concentración de la propiedad de los medios de comunicación. Hay unas pocas grandes empresas que informan a la población de cada país y éstas están controladas en su mayoría por familias ricas o personas con opiniones políticamente conservadoras. En consecuencia, los medios de comunicación suelen ser hostiles hacia los políticos progresistas y por ejemplo apoyan abiertamente las elecciones a los candidatos de la derecha. El mejor ejemplo para esta liaison entre la clase y política dominante ha sido el monopolio de medios brasileños. O Globo que desde la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) trabajó en contra de éste y sus líderes. Pero gran sorpresa: hubo un cambio marcante en el momento que Bolsonaro asumió el gobierno. O Globo ahora forma parte de la oposición …. ¿Por qué será?
En Latinoamérica la televisión ha sido por mucho tiempo el único medio de comunicación importante. Casi en todos los hogares es una fuente decisiva de información. Pero hoy en día, algo está cambiando. Estudios muestran que especialmente la generación más joven (18 – 29 años) utiliza sus teléfonos móviles para informarse más que de la TV.

Este desarrollo tiene mucho que ver con la confianza de la población en los medios de comunicación clásicos. En Brasil el 82% de la población no confía en ellos. En cambio, los brasileños en su mayoría se informan principalmente a través de los medios sociales, creen en sus noticias porque vienen de los  amigos y no de los grandes medios que en su opinión solamente emiten noticias falsas. El uso de WhatsApp, Twitter y Facebook por parte del candidato Bolsonaro y sus adeptos fue decisivo para su victoria frente al candidato del PT, Haddad, en las elecciones de 2018.

Es interesante observar que el uso de los medios sociales lleva al aislamiento de las personas. Porque al obtener información, solo de grupos sociales de personas afines, lleva a una vida en burbujas sociales y así se pierde la visión general. El usuario “común” utiliza en primer lugar medios sociales como Facebook e Instagram, mientras que los periodistas tienden a utilizar Twitter como plataforma para informaciones políticas. Consecuentemente, se abre una brecha entre los periodistas por un lado y la audiencia por otro. Por lo cual, se perjudica la interacción entre los proveedores de información y los que se informan.
Los medios sociales ofrecen muchas posibilidades en el sentido de que todos (quienes tengan acceso a Internet) pueden expresarse y alzar la voz. En consecuencia, los medios sociales ofrecen un espacio para las voces suprimidas. El lado positivo muestra que en los últimos años, los medios sociales han sido utilizados para organizar manifestaciones y, por lo tanto, son sumamente importantes para las luchas de los movimientos sociales. Ejemplos exitosos son el movimiento “Ni Una Menos” y las protestas en Chile.

Sin embargo, políticos populistas de derecha han detectado la eficacia de los medios sociales y se aprovechan de sus ventajas, utilizándolos no solamente en beneficio de su popularidad, sino para  difamar al adversario político, para difundir odio y hacer declaraciones racistas y homofóbicas.
Ahí viene la discusión sobre los “bárbaros” por un lado y los defensores de una cultura de respeto, y de los derechos democráticos – la ciudadanía. Constatamos que los derechistas son muy exitosos en lo que hacen, de hecho, saben manejar mejor los medios sociales. Simplifican la realidad buscando el aplauso, en lugar de tratar de analizar la complejidad política y social.
Por consiguiente, depende mucho de quién utilice los medios sociales y con qué propósito están utilizados. Entonces, ¿se debería controlar los medios sociales? ¿Y si es así, por quién? ¿Quién debe decidir quiénes son “los bárbaros” y quiénes los “buenos”?

Los oradores del seminario web ciertamente tenían ideas claras sobre cómo dar información cualitativa:
Según Omar Rincón de la FES Bogotá, la “izquierda” y los progresistas deben lograr simplificar su expresión lingüística, hablar más entendible y concretamente sobre la complejidad social y política. De esta manera, sus declaraciones serían más accesibles y llegarían a más personas.
Nube Álvarez de Reporteros Sin Fronteras subraya entre otras cosas que la calidad de la información es lo que cuenta y que debe ser pagada para hacer posible un buen periodismo de investigación.
El periodista y escritor brasileño Flavio Wolf de Aguiar aboga por una pluralidad de medios de comunicación, y exige no olvidarse de los medios más pequeños. Como ejemplo cita las radios comunitarias de las favelas brasileñas.

Fue el primer webinario del LAF Berlin en castellano. Agradecemos a los participantes del panel y la moderadora como a la audiencia ubicada en los diferentes partes del mundo.

Contribución de Louise Baumann, activista del LAF Berlin

Grabación del evento


Schlaglichter und Zitate zum Webinar “Social Media, entre Barbarie y Ciudadanía” by Werner Würtele

Alle Podiumsteilnehmer:innen sind sich einig: Problem sind nicht die “Social Media”, sondern wer sie wofür nutzt.

Nube Álvarez

Nube Álvarez, Reporter ohne Grenzen (ROG)
ROG-Ranking der Pressefreiheit: Es gibt eine weltweite Tendenz zur Einschränkung der Pressefreiheit, auch in Lateinamerika. Verantwortlich für diese ist vor allem die Ausbreitung autoritärer Regime. Ausnahmen sind Costa Rica und Uruguay.

In fast allen Ländern Lateinamerikas war bei den klassischen Medien in den letzten Jahrzehnten ein massiver Konzentrationsprozess und eine Monopolbildung festzustellen, gleichbedeutend mit ideologischem, politischem und ökonomischem Machtzuwachs. Diese traditionelle Medienmacht wird neuerdings von sog. “Sozialen Medien” herausgefordert. Letzteren wird mehr geglaubt als den klassischen (s. Bericht).

Besonders gefährlich leben (investigative) Journalist:innen in Mexiko. Soziale Medien werden von rechtsgerichteten Politikern – z. T. mit Verbindungen zu Milizen und zur  organisierten Kriminalität – genutzt, um ein antidemokratisches Klima des Hasses und der Gewalt gegen den politischen Gegner zu verbreiten. Folglich:

Wir brauchen eine Regulierung – jedoch ohne die Pressefreiheit einzuschränken.

Doch wer soll diesen Eingriff in die Medienlandschaft wie legitimiert vornehmen?

Omar Rincón

Omar Rincón, FES Bogotá (s. seine Präsentation)
Unter ciudadania verstehen wir dreierlei: politische Beteiligung (Wahlen, Gesetzgebungsverfahren); Recht und Gerechtigkeit, Recht auf freie Meinungsäußerung, Bildung; Demonstrationsrecht.

Wir haben es jetzt mit zwei Monopolen zu tun: mit den Monopolen bei den klassischen Medien und bei den Social Media – Letztere aber sind weit weniger zu kontrollieren.

Memes haben größere Wirkung als politische Reden…

Flavio Aguiar, Brasil
In Brasilien gibt es 210 Mio. EinwohnerInnen und 230 Mio. Smartphones, 127 Mio. nutzen Whatsapp, twitter weniger, aber nach den USA immer noch weltweit an 2. Stelle. Trump ist auch auf dem Gebiet der Mediennutzung großes Vorbild für Bolsonaro

Neu ist, dass Rechtsgerichtete heute massiv die Social Media in ihrer Propaganda einsetzen.Die Nutzer:innen bleiben unter sich: die Rechten kommunizieren mit Rechten, die Linken mit Linken.

Bolsonaro gefielen die hohen Corona-Sterbezahlen nicht, also versuchte er die Statisiken zu fälschen und damit seine Klientel mit “alternativen Wahrheiten” zu bedienen (wie das Jahr zuvor bei den Amazonas-Bränden).

Wir sollten nicht fake news gegen fake news setzen, sondern unserem journalistischen Berufsethos treu bleiben: Seriosität in Recherche und gewissenhafte Überprüfung der Fakten.

Ich bin für Informationspluralität, was aber nicht heisst zu akzeptieren, dass die Erde eine Scheibe ist.

Die PT geführten-Regierungen begingen einen großen Fehler: sie hatten sich zu wenig um die Vermittlung ihrer Politik und um die Kommunikationsmedien gekümmert, dh den Rechten das Feld überlassen. Monopole blieben unangetastet.

Die Pandemie hat der nationalen Regierung geschadet und mit ihr auch ihren Medien (so dem TV Record, dem brasilianischen Fox)

[1] Informe sobre „Social Media: entre Barbarie y Ciudadanía”, webinario del LAF Berlin en colaboración con Reporteros Sin Fronteras (RSF) y la Friedrich-Ebert-Stiftung Bogotá Colombia (FES) y la participación de los periodistas Nube Álvarez (RSF), Prof. Omar Ricón (FES) y Prof. Flavio Wolf de Aguiar, escritor, periodista brasileño. Moderación: Dra. Maria Angela Torres Kremers
[2]Boas, T. (6. Januar 2012). Mass Media and Politics in Latin America. Constructing Democratic Governance in Latin America , pp. 1-44

Foto Credits: Unsplash Sara Kurfeß