¿Estrés hídrico en un Chile exuberante en agua?
Reseña y comentarios sobre „Estrés hídrico en Chile“, 21.09.2020, conferencia en cooperación entre la Asociación de Apoyo al Instituto Ibero-Americano (IAI), la Fundación Heinrich Böll (HBS), el Lateinamerika-Forum Berlin e.V. (LAF) y el Instituto Ibero-Americano (lugar del evento).
La invitación encuentra aqu´í
En el podio: la Dra. Ingrid Wehr, jefa de la oficina de la Fundación Heinrich Böll en Santiago de Chile, y el Dr. Ingo Gentes, consultor internacional y antropólogo. Desde Innsbruck participa en live stream el geógrafo Dr. Fernando Ruiz Peyré, de la Academia Austríaca de Ciencias y desde Colonia Udo Bürk, consultor del Comercio Internacional de Frutas Orgánicas.
Palabras de bienvenida y finales por Peter B. Schumann, Asociación de Apoyo al IAI. Moderación Dr. Werner Würtele, LAF Berlín. Gestión de eventos: Diana von Römer, IAI. Concepción: Dra. Jeanette Erazo Heufelder (Asociación de Apoyo al IAI) y Dr. Werner Würtele (LAF).
Después de medio año de interrupción de las actividades por causa del COVID19, se abren nuevamente las puertas de la Sala Simón Bolívar del IAI.
Situación en Chile
Chile: 78.563 kilómetros de costa, riquísimo en lagos, ríos y glaciares. En realidad, el término “estrés hídrico” suena paradójico bajo estas condiciones. ¿Cómo puede ser que más de un millón de personas en Chile no tengan acceso al agua en tiempos de la pandemia? ¿Es el cambio climático, la privatización del agua o la minería los culpables? ¿O simplemente se comen demasiados aguacates?
¿Pero qué es, en realidad, el estrés hídrico? Ingo Gentes ofrece una definición: El estrés significa simplemente que las personas no tienen suficiente agua para sus necesidades básicas (beber, lavar, cocinar, higiene, etc.). En la agricultura se extrae del suelo más agua de la que se añade naturalmente, por ejemplo, por la lluvia.
Ingrid Wehr introduce al tema. Entre todos los países, Chile es uno de los diez países más vulnerables por el cambio climático. Por otro lado, el régimen regaló, privatizó, hace 40 años los derechos de agua a los amigos. De esta manera, el estado cedió y perdió el control sobre el agua.
Chile, país miembro de la OCDE, ha firmado todos los tratados internacionales pertinentes, pero no todos aplica como corresponde. Hace 10 años se firmó la resolución en la ONU sobre el “ Agua como Derecho Humano”. Los “Sin-Agua” están esperando todavia que el gobierno cumpla con la norma.
Hoy en día, la industria agrícola de Chile consume alrededor de tres cuartas partes del agua potable (en comparación en Alemania donde es menos de una cuarta parte), especialmente para productos de exportación como aguacates y vino. Esta agua exportada hace falta cada vez más para el consumo interno.
País modelo?
Durante muchos años Chile fue considerado un país modelo con una economía neoliberal funcionando, con altas tasa de crecimiento, con un estado garantizando sin obstáculos las condiciones de explotación de los hombres y la naturaleza.
Hoy el país está en crisis. El 18 de octubre de 2019, comenzó un movimiento de protesta sin precedentes que se extendió por todo el país. Sus críticas se dirigen principalmente contra la privatización de los sistemas de salud, educación, pensiones y agua. Se les considera responsables de la creciente división de la sociedad chilena.
El litio, también conocido como „oro blanco“, es uno de los metales más importantes del futuro. Cada vez se necesita más para la e-movilidad, y por lo tanto para un giro fundamental en la energía y el tránsito.
Pero deberíamos ver lo que nuestra hambre de materias primas provoca en las zonas mineras, por ejemplo en el llamado triángulo del litio en el norte de Chile, Argentina y Bolivia. Esta es el área de investigación de Fernando Ruiz Peyré. Aunque todavía no se dispone de estudios concluyentes sobre los efectos de la explotación del litio, puede determinarse la magnitud de los efectos negativos sobre la ecología como sobre la poblacion. Queda poco de la riqueza en la region. El litio se exporta como materia prima para China, Japón y los Estados Unidos. En ninguno de los tres países del triangulo hay fábricas de producción de baterias. Hubo una tentativa en Bolivia pero en el momento está paralizada.
Una de las empresas más grandes que explota el litio se ha hecho un nombre particularmente negativo: SQM, criticada por las organizaciones locales por violar los derechos indígenas y sindicales y por comprar diputados para influir en el proceso legislativo. La población local defiende su base de vida, sus recursos naturales – y exige su parte de las ganancias.
No se trata tanto del consumo y uso del agua en sí, sino de dónde se consume. Crítico es el consumo exorbitante de agua por la agricultura industrial de exportación en las regiones áridas o semiáridas en las que de todos modos hay escasez de agua. Las plantaciones de aguacate en el Valle de Petorca necesitan irrigación artificial al 100%, con aguas subterráneas cuyo nivel disminuye constantemente. Los ríos se secan, la agricultura a pequeña escala no tiene más agua. Los pueblos del valle tienen que ser abastecidos con camiones de agua. En la capital de la provincia La Ligua hay fallas regulares en el suministro de agua. Además los glaciares se disminuyen cada año más, tan importantes para el abastecimiento de agua de las ciudades especialmente en el Norte. La población local no más acepta esta situación, resiste. Medios de comunicación ya hablan de la „guerra del agua chilena“.
¿Hacer qué? Nuestra co-responsabilidad
Con la minería y los alimentos Chile exporta grandes cantidades de agua dulce. Los alemanes promedio consumen 123 l de agua por día. Si se añade el agua virtual en forma de ropa y comida, son unos 5.000 l – nuestra “huella de agua”. Con nuestra „forma de vida imperial“ (Ulrich Brand) somos en parte responsables del estrés de agua en el sur global. Necesitamos saber esto. Nuestro manejo del agua, especialmente el virtual, debe ser uno de los temas importantes de la educación para el desarrollo.
El podio miró primero a los responsables y las posibilidades de acción en Chile. La legislación ambiental de Chile es sorprendentemente moderna. Los tribunales ambientales serían la instancia para presentar demandas. Sin embargo, mientras esté en vigor la Constitución de Pinochet de 1980, lo que significa que el derecho a la propiedad tiene prioridad sobre los derechos humanos, los propietarios de las plantaciones prevalecen regularmente en las disputas legales. En el conflicto entre los objetivos económicos y ecológicos, los gobiernos, incluidos los posteriores a Pinochet, han optado esencialmente por la economía. Sin embargo, según el movimiento de protesta, el derecho a la ganancia no puede tener prioridad sobre el derecho humano y la vida. El agua no es una mercancía.
lIn luftiger Höhe künstlich bewässertLos participantes del panel se muestran convencidos de la importancia de la atención internacional. Si algo ha cambiado en Chile en las últimas décadas, ha sido debido a la presión externa, señala Ingrid Wehr. Hace tres años, por ejemplo, los supermercados daneses (detrás de los cuales se escondían Aldi y Lidl) decidieron no comprar más aguacates de la principal zona de cultivo de aguacates, lo que causó un considerable malestar entre los productores. Vieron la „institucionalidad“ del país atacada.
Resumen de Ingo Gentes:
„1. La exigencia y meta global por los movimientos – no solamente en Chile – de una gobernabilidad hídrica más justa y equitativa es „recuperar“ el agua como un bien patrimonial en las regulaciones vigentes y la vida social, permitiendo y fomentando una gestión comunitaria flexible y regulaciones locales y supralocales ayudan mejor a cumplir y hacer respetar los acuerdos internacionales ratificados.
2. No es que se privatizó el agua como bien natural sino el servicio de agua potable y saneamiento desde 2000, iniciado por el gobierno de Ricardo Lagos. El uso y acceso del agua amparado por una garantía de la Constitución Política del 1981 es como un derecho de propiedad absoluto – único a nivel global y una manera de “shock doctrine” (Naomi Klein) para destronar al Estado de sus responsabilidades: de fomento, intervención y regulación. Además se reducen los derechos de participación reales en el control y prevención/recompensación/restitución por contaminación y/o sobreexplotación en zonas escasas y vulnerables en torno al bien hídrico. El Estado de ahí es principal responsable de la degradación y los conflictos ambientales. Todos los gobiernos desde la transición se lavan las manos permitiendo múltiples esquemas de responsabilidad social-ambiental corporativa a lo largo del país. En resumen se necesita una acción democrática del Estado.”
Certificados y sellos
Udo Bürk se refiere en su contribución a los certificados y sellos „como instrumentos importantes para la protección del consumidor*. En el sector de los productos orgánicos hay que mencionar en primer lugar el Sello Orgánico de la UE (EU-Bio-Siegel). Sin embargo, el criterio „consumo y uso del agua“ se busca en vano que p. ej. Demeter y Naturland tienen. Bürk no considera que la inclusión de este criterio sea absolutamente necesaria en el sello orgánico de la EU, ya que el manejo cuidadoso de los recursos hídricos normalmente sería automático, ya que el agua cuesta dinero a los productores. Pero exactamente esto no es el caso de Chile.
La exportación de alimentos producidos convencionalmente ocupan el segundo lugar en las estadísticas de exportación chilena después de la minería. Pero productos orgánicos representan sólo el 1,6% del total de las exportaciones de alimentos. En general los productos orgánicos tienen todavía una existencia sombría en Chile. Falta la demanda, falta la promoción del estado.
¿Deberían cerrarse las grandes plantaciones de aguacate en las regiones semiáridas debido al estrés de agua? Expertos* dicen que sí.
Finalmente, se discutió una ley exigida por muchas NGOs de peso y planeada por el gobierno alemán, que pretende un rastreo de las cadenas de valor hasta sus inicios (Lieferkettengesetz). Las asociaciones de los empleadores alemanes se oponen sobre todo con el argumento que no tienen la capacidad de controlar todo el proceso. ¿Tendría esta ley también un efecto en los aguacates chilenos y el litio? “Litio responsable” seria factible?
El público tuvo que llevarse esta pregunta a casa sin respuesta debido a la falta de tiempo, así como muchas otras preguntas sobre las amenazas ambientales en Chile, causadas por otros productos de la gran minería (cobre, oro, plata etc.), el turismo, la industria maderera, la producción de salmón …
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Hay un consenso sobre la importancia de la sociedad civil en el logro de los objetivos globales de sostenibilidad en Chile, Bolivia, Argentina, Alemania …. Que en su version más ambiciosa se llama “la gran transformación social-ecológica”. Se espera con interés el plebiscito sobre la reforma constitucional del 25 de octubre de 2020. Será que el movimiento de protesta tiene fuerza para un “cambio del sistema”?
Nota: fue el primer evento en el Instituto Ibero-Americano en condiciones de pandemia. Como una combinación de presencia y live stream, exigió un esfuerzo especial. Según el “concepto de hygiene” asistieron 30 personas en la sala y más de 50 online. Fue grabado y puede ser seguido en su versión completa en You Tube (en alemán). Gracias IAI!
Artículo de Nora Kelschebach y Werner Würtele
Fotos: Werner Würtele und Diego Steinhöfel (IAI-Fotos)